La Asociación de Convivencia Canina Oscan y Alborada Protectora Aragonesa se reunieron recientemente con el alcalde de Hueca, Luis Felipe, al objeto de aplacar la polémica surgida a raíz de la publicación de un bando municipal que impone medidas a los propietarios de perros para evitar la proliferación de excrementos en las calles de la ciudad.
Las entidades de amigos de los canes expusieron al primer edil la necesidad de que la capital oscense cuente en los parques con zonas de esparcimiento para los perros donde los dueños puedan soltarlos. De hecho, ambas asociaciones han llevado a cabo una campaña de recogida de firmas a favor de los citados espacios a la que se han adherido 2.400 oscenses.
La propuesta de establecer áreas de esparcimiento canino será examinada por una comisión especial que se creará y estará integrada por representantes del ayuntamiento, de los barrios, del Colegio Veterinario, de la Policía Local y de las asociaciones de amigos de los perros.
Tanto Oscan como Alborada instan al consistorio a la habilitación de lugares apropiados para que los perros puedan estar sueltos, en compañía de sus dueños. La clave, según ambas entidades, es que estos espacios no se encuentren apartados de la ciudad, sino cerca de los barrios y del centro, habida cuenta de que en Huesca están censados en torno a 5.000 canes. Alternativamente, en caso de no poder crearse de inmediato, debido a la crisis, proponen fijar un horario permisivo.
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